Treinta años después, el álgebra ya no es sólo para quienes planean asistir a la enseñanza superior, sino para todos. El fundador del Proyecto Álgebra, Robert Moses afirma que en la sociedad tecnológica actual, el álgebra se convirtió en el umbral de la ciudadanía y del acceso económico. Conforme el mundo se torna más tecnológico, el razonamiento y solución de problemas que exige el álgebra son requeridos en diversos ámbitos de trabajo. También vemos evidencias de la creciente importancia del álgebra en las nuevas normas y evaluaciones. Las evaluaciones nacionales y estatales incluyen habilidades algebraicas desde el segundo año de la secundaria y muchos exámenes finales de la enseñanza media evalúan ahora el dominio del álgebra. Parece que el lema de "álgebra para todos" se ha establecido firmemente. El presidente del Consejo Nacional de Maestros en Matemáticas Johnny Lott (NCTM) concuerda: "creo que todos reconocen ya la importancia del álgebra. Es cuestión de cómo la introducen y cuándo", afirma.
James Kaput investigador de la Universidad de Massachussets en Dartmouth cree que si se incluye el álgebra en el plan de estudios desde el preescolar hasta la conclusión del bachillerato, se cumplirá el potencial del álgebra para todos y se eliminará "el elemento curricular mas pernicioso de las matemáticas escolares de la actualidad—los cursos de álgebra de enseñanza media tardíos, repentinos, aislados y superficiales" (Kaput 2000). La idea no es nueva. El mismo, además de otros investigadores y educadores y el NCTM han promovido el álgebra como experiencia en todo ese plan de estudios, integrando el pensamiento algebraico y su razonamiento a todo el plan de estudios de matemáticas.
La investigadora Linda Levi de la Universidad de Wisconsin que ha trabajado desde hace 8 años en un estudio llamado Proyecto de Álgebra Temprana recalca que "no decimos que deba enseñarse álgebra de enseñanza media a alumnos del ciclo elemental". Mas bien ella y sus colegas del Proyecto, Thomas Carpenter y Megan Loef Franke consideran que los maestros deben hacer participar a los alumnos en el aprendizaje de los principios generales de las matemáticas conforme aprenden aritmética y dicen que con frecuencia se ha aislado la aritmética de otra ideas matemáticas afines, lo cual aísla a los alumnos con respecto a eficaces maneras de pensar en las matemáticas y les puede dificultar el aprendizaje del álgebra más adelante. Muchos alumnos que estudian el álgebra en la enseñanza media no ven los procedimientos que se utilizan para resolver ecuaciones o simplificar expresiones como algo basado en las mismas propiedades que ya usaron en los cálculos aritméticos (Carpenter, Franke y Levi, 2003).
El
álgebra, es utilizado por los profesionales que van desde los
electricistas, los arquitectos y los informáticos. Es nada
menos que un derecho civil, dice Robert Moses, fundador del Proyecto
Algebra, que aboga por la alfabetización matemática en las escuelas
públicas.
Álgebra
básica es la primera de una serie de clases de matemáticas de nivel
superior que los estudiantes necesitan para tener éxito en la
universidad y en la vida. Debido a que muchos estudiantes no logran
desarrollar una base matemática sólida, un número alarmante de
ellos se gradúan de la escuela secundaria no preparados para la
universidad o el trabajo.
Muchos
terminan tomando cursos de nivelación de matemáticas en la
universidad, lo que hace que obtener un título en la universidad sea
un proceso más largo y más costoso de lo que es para sus compañeros
de clase más preparados. Eso significa que es menos probable que
completar un curso de matemáticas de nivel universitario.
El
álgebra es, en definitiva, una de las puertas de entrada hacia el éxito en
el siglo 21. Es más, cuando los estudiantes hacen la transición de
la aritmética concreta al lenguaje simbólico del álgebra,
desarrollan habilidades de razonamiento abstracto necesarias para
sobresalir en matemáticas y ciencias.
Publicado por: Daniel Sillero Gil
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